Efecto dominó, se llama lo previsible. Hay mil agentes colectivos esperando la oportunidad. Pongamos, los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos. No han parado de investigar, denunciar, movilizarse. ¿Neta creen ustedes que se quedarán mirando cuando el edificio se cimbre eso suficiente representado por un sismo de 8.5 al edificio cleptocrático? Ahora basta, pongamos, con que el gobierno cumpla las recomendaciones de la ONU, Human Rigth Watchs, etc., tras sus informes anuales.
¿Imaginan a los estudiantes normalistas ante el anuncio sobre nuevas universidades? ¿Y nosotros?, dirán quienes no pararon de darse en la madre con el Estado. ¿O a la CNTE cuando el gabinete AMLO abra mesas sobre reforma educativa? Y síganle: padres y madres de desaparecidos y de niñas y niños muertos en la Guardería ABC...
Hay otro tema mayor, relacionado con inseguridad pública, que no es "guerra contra el narco", femenicidios, trata de personas: desastres naturales. Y con él, quienes presionen, tras los pasados sismos e inundaciones. A esta madre llamada México en cualquier momento se lo lleva San Tepetate. Del DF (no Ciudad de México, ojetes; no expropien más una categoría que incluye al área connurbada) en la zona lacustre caerán mil construcciones, apenas llegue el movimiento esperado desde 1985, y el Istmo, Tabasco y otras cosilla están condenadas a quedar bajo agua.
Y de ahí pal real.
¿INE? (en países dizque decentes no existen mamadas como la Credencial Para Votar), ¿encuestadoras?, ¿opinólogos y demás mierda creada por "la transición a la democracia? ¡A la verga!, jeje.
Los partidos políticos seguirán autodestruyéndose, incluido Morena, inasible monigote.
Díganle a Lupita, la propia Mal..., la Chofi, Sol, Mario, Sonia, Fanny... que no habrá "revolución" y apúrense a correr, jeje.
-0-
Llevar el registro regular permite correccciones o desdecirse sin más, aunque sea para uno mismo, pues no pretendo ya que mis ocurrencias se compartan.
Este es un fiel retrato de AMLO, creo.
Su consigna "Por el bien de todos, primero los pobres", es muy elocuente. No distingue clases sociales sino sectores económicos, y cuando recoge consignas campesinas está pensando más bien en el agro como tema de soberanía y destinos familiares.
Familiares, sí, y no personales, pues familia y Estado nación le parecen, pienso, lo supremo. Podría leer sus documentos y quitarme de especulaciones y me da profunda flojera. Debería ser él quien difundiera con claridad a qué aspira, y no buscarlo yo ciudadano a secas.
Goberné seis años, presume ante los contricantes, retándolos con datos escuetos. Siendo así no nos llamemos a engaño: hay eso, verdades verificables y, en fin, un nuevo discurso cada vez más moderado desde 2007 y no solo ahora, cuando se justifica su ponderación o tibieza o como quieran llamarlo.
Populista ha sido, no nos hagamos tontos, y estaría bien si lo fuera al estilo don Lázaro o Hugo Chavez. Bueno, tampoco resulta despreciable su asistencialismo probado con la tercera edad y los jóvenes.
Perdí el centro, perdón, que reside en los desesperados empeños de políticos oficiales y empresarios, para coaccionar votantes. El miedo inducido con palabras tendrá muy poco efecto, seguro. Las dádivas repartidas por toneladas se preveían, así hubiera los tratos que presumo con Peña Miento o Videragay o ambos, juntos o separadamente, y pueden tener tan inepto o corrupto uso como en 2016 y 2017, cuando o no llegaron a sus destinatarios o sirvieron más bien poco, conduciendo a derrotas hasta en el recinto sagrado -léase Edomex- donde la resistencia de Morena quizá habría echado atrás el torpísimo fraude.
Lo grave, se diría, es una nueva escalada de violencia, cuyos números revisaré después, pues no lo hice todavía, jeje. Crear el clima que desestimule la participación o la redigira, en casos extremos, a tal juegan.
Entonces, los muchos puntos porcentales a favor, en encuestas relativamente inciertas, obligadamente bajarán. Ni así, apuesto, alcanzarán el objetivo los Malditos -o hijos de su puto padre y madre, hablando en castellano.
